Historia del foro

Forks se transforma en un pequeño pueblo sumamente concurrido. Varios sucesos extraños llevan a acrecentar la leyenda sobre criaturas fuera de lo normal en Estados Unidos pero el jefe de policía Swan aleja a todos los medios asegurándoles que tan solo son animales salvajes que viven en las montañas. 

La locura se suma cuando un enorme lobo es visto paseando por el pueblo como perdido y soltando quejidos agudos como si estuviese a punto de desfallecer del miedo. 


Semanas más tarde los jóvenes Cullen hacen su aparición en el instituto de Forks. Todos los chicos y chicas se quedan maravillados con su belleza y perfección haciendo más que imposible que pasen desapercibidos. 

Ellos no se juntan con nadie, no sonríen a nadie que no sea entre ellos y están aislados de los demás y a pesar de los intentos de todos por pertenecer a ese grupo inaccesible de populares, son rechazados por sus propios miedos antes siquiera de dar dos pasos hacia ellos. 

Por el instituto corre el rumor de que todos tienen un amor salvo el irresistible Edward Cullen, el cual parece distraído pero a la vez interesado en todo lo que le rodea. 

Todas las chicas intentan acercarse a Edward para ser aquella que le consuele pero Edward parece haber rechazado por completo la idea del amor. 


Tras la aparición de los Cullen las muertes repentinas por animales han cesado y eso ha conseguido que uno de los miembros residentes en Forks acepte caminar por el pueblo con tranquilidad, Reese Brooks, la oscarizada actriz que llevaba dos años residiendo en esos parajes pero no es la única "nueva" presencia en Forks dado que la hija del jefe Swan regresa de Phoenix y comienza a vivir con su padre. 

Isabella conoce a Edward y este siente un gran impulso y atracción hacia ella. Todos sospechan que Edward la ama. Él deshecha esta idea pues no cree en el amor para él. 

Poco tiempo después les proponen en clase de literatura realizar la obra de Romeo y Julieta y es allí donde los ojos de Edward, quien se encarga de la música, se cruzan por primera vez con los de Reese que permanece sentada en el público observando la obra a la que prácticamente nadie ha acudido.